No se ni cuantas veces te había pedido,
me dejaras tranquilo y que te marcharas.
Pero tarde o temprano, caía rendido,
y con mis voluntades, tú te ensañabas.
Y ahora déjame,
que ya me siento hasta capaz para olvidarte.
Y déjame,
que estoy dispuesto para oirte y no creerte.
Y ahora déjame,
después de todo, ya las cuentas están claras,
que cada uno se busque por ahí la vida,
que al fin y al cabo, aquí no ha pasado nada
Me parece mentira el haber llegado,
después de sentir tanto, a no sentir nada.
A no echarte de menos, ningún segundo.
A que no formes parte en mis madrugadas.
Y ahora déjame,
que ya me siento hasta capaz para olvidarte.
Y déjame,
que estoy dispuesto para oirte y no creerte.
Y ahora déjame,
después de todo, ya las cuentas están claras,
que cada uno se busque por ahí la vida,
que al fin y al cabo, aquí no ha pasado nada. |